domingo, 21 de octubre de 2007

Nueva TV


Hace un par de semanas, la compañía de medios Turner Broadcasting System, perteneciente a Time Warner Company, compró a Claxson Interactive Group los canales I-Sat, Retro, Space, e Infinito, entre otros, sumando así más señales a las que ya poseía (CNN International, TNT, Cartoon Network, Boomerang y TCM Classic Hollywood).
Con esta compra, TBS señaló que planea dotar a los nuevos canales con contenidos propios, ya que posee en la Argentina una de las plantas transmisoras más importantes fuera de Estados Unidos, similar a la de Londres, según la gerencia.
La verdad es que la programación y el trabajo de Claxson venían teniendo altibajos en los últimos años. Canales como I-Sat, que no precisamente se caracterizan por estrenar películas recientes, logran una buena programación combinando películas de diferentes estilos y años, además de ofrecer series muy originales. Otros canales como Retro, similar a TCM, con un ingenioso arte electrónico y publicidad, logran captar el interés del público sobre películas clásicas, desconocidas para los jóvenes, y que siempre atraen la atención de aquellos que nunca se cansan de verlas.
Pero hay canales que realmente son un desperdicio de dinero. Space, por ejemplo, se caracteriza por ser aburrido y pasar películas que se repiten constantemente, y que siempre son dobladas al castellano. Por su parte, Infinito, es un canal dedicado a transmitir documentales de hace más de diez años, que ya a nadie le interesa, y las producciones locales son extremadamente absurdas y de poco interés, con temas como el esoterismo, cuestiones eróticas, y el ya aburrido misterio egipcio. Realmente, este canal está muy lejos de otros de su género como National Geographic o The History Channel. Si bien, es cierto que goza de un presupuesto inferior, no necesariamente tiene que poseer programas malos. Por ejemplo, Canal a, obviamente tampoco posee los recursos de canales como Discovery, pero sin embargo, ofrece cosas interesantes.
Sería bueno que estos dos últimos canales, de Claxson hasta hace poco, cambien, ya que TBS logró muchos seguidores con señales como TNT y Cartoon Network, que al igual que los anteriores, sin tener contenidos premiere, lograron mucha audiencia debido al ingenio de las presentaciones, la programación, y la participación del público en la misma. Además, la calidad de imagen es muy superior, y eso siempre juega a favor.

domingo, 7 de octubre de 2007

Que sea buena, por favor…

Hace unas semanas me sentí muy feliz al enterarme de la noticia de que próximamente, en Noviembre, se estrenará la película de Beowulf.Beowulf es un antiguo poema inglés escrito en Sajón que correspondería al siglo VIII o X d.C. Cuenta la historia de un guerrero del sur de Suecia (Beowulf), que por pedido del rey danés Hrothgar, debe eliminar a Grendel, un monstruo que vive en un pantano y que constantemente asesina a los soldados de Hrothgar en el palacio de Heorot. Beowulf cumple con su misión, y luego también mata a la madre de Grendel, que vengaba la muerte de su hijo.Muchos años después, un Beowulf ya mayor y convertido en rey debe enfrentar un nuevo desafío: matar a un dragón que acecha su aldea en busca de un tesoro que le había sido robado. Una vez más, Beowulf logra su cometido, pero esta vez le cuesta su vida, ya que muere tras asesinar al dragón, debido a la heridas inflingidas por éste. Finalmente, el poema termina con los grandiosos funerales que se celebran en honor al valiente guerrero.Si bien no hay datos que determinen la existencia de Beowulf en la realidad, sí los hay con respecto a personajes secundarios y lugares en los que se desenvuelve la historia. Yo aprecio mucho esta obra porque además del valor que tiene por si misma, por su entretenido argumento, es el hecho de que está inspirada en gran parte en la mitología nórdica, al igual que El Anillo de los Nibelungos y El Señor de los Anillos. Estás son historias que me fascinan y que nunca me canso de recordar.Hoy en día, por estos lugares, casi nadie conoce a Beowulf, y pienso que no esta mal que lo conozcan por medio de la película, ya que el poema es corto y no tiene muchos detalles que se puedan perder. Sería el colmo que la productora de esta película cambie totalmente el argumento de esta historia que es muy fácil de adaptar, sólo por el hecho de que quiera atraer a gente poco interesada en el tema, algo muy característico en la industria del cine.Como siempre, yo pienso que hay cosas destinadas para un grupo de personas, y a las cuales, cualquier interesado en conocerlas, puede llegar. Esto debe ser por medio del camino adecuado: por ejemplo, interiorizarse en el tema, investigar un poco, leerlo, debatirlo, criticarlo, etc. Es realmente molesto cuando alguien, porque se le viene en gana, por ejemplo, ve una película de un guión adaptado mal o bien adecuado, y después se cree un erudito sobre el tema, lo comenta, lo trastoca, y luego, otras personas se crean una imagen errónea del tema tratado. Es el ejemplo de las películas de Troya: los guionistas, para convertir a las películas en un éxito de taquilla, cambiaron casi todo el argumento de la Iliada. Convirtieron a Paris en un cobarde, a Patroclo en un inepto, obviaron a varios protagonistas, entre otros tantos errores que seguramente harían resucitar al mismo Homero para tratar de asesinar a los productores y a todo el equipo.Si alguien quiere producir una película épica que ayude a vender pochoclos y gaseosas no tiene porque arruinar clásicos de la literatura o temas históricos. Hay bastantes temas que un guionista con una gran imaginación pude escribir para vender, y que no necesariamente tienen que ser monótonos o comunes.Por estos días, hay una película basada en El Anillo de los Nibelungos muy buena que se transmite por Cinemax y que también está disponible en DVD. Realmente es muy satisfactorio ver un film que respeta la historia al pie de la letra, ya que, aunque no tenga los puntos dramáticos bien distribuidos para lograr un formato introducción – nudo - desenlace, no aburre nunca al público, porque sólo va dirigida a quienes en verdad les interesa. Espero que Beowulf sea un caso similar, ya que, personalmente, sería una gran decepción ver a una de mis historias favoritas menoscabada por la fábrica del celuloide.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Best Sellers indsutriales

Los libros calificados como best seller, sobre todo los pertenecientes al género literario fantástico o del drama, siempre fueron tenidos en cuenta por la crítica como los más importantes entre sus contemporáneos, y algunos llegaron incluso a entrar en la categoría de clásicos de la literatura universal. Obviamente, en la mayoría de los casos, este es un merecido reconocimiento a su historia original, sus personajes, su investigación, su excelente prosa, entre otras cosas.A lo largo de la historia hubo muchos libros que llegaron a ser best sellers en su tiempo, e incluso lo siguieron siendo muchos años después de su primer lanzamiento; como ejemplo se pueden mencionar los relatos de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, Drácula de Bram Stoker, y Frankenstein de Mary Shelley. Así también, hubo otras obras, que siendo ignoradas en su época, terminaron siendo populares muchos años después, como por ejemplo, algunos relatos de Poe y de Lovecraft.Actualmente, por lo que puedo observar, lamentablemente, la mayoría de la gente ya no lee libros por sus cualidades particulares, sino por el simple hecho de que adquirieron fama gracias a las estrategias del marketing, sin importar que su contenido sea pésimo. Ejemplo de esto son la mayoría de las obras de Stephen King, ya que muchas, siendo totalmente vacías de contenido y sentido, fueron best seller gracias a la popularidad de otros libros realmente buenos de este autor. Pero por lo menos, este autor tiene obras buenas, no como otros como el popular Dan Brown.Este último caso es realmente interesante. Sin el marketing, uno no se podría explicar como este escritor, utilizando un tema tan conocido y gastado como el Santo Grial y los misterios de las obras de Leonardo da Vinci, haya logrado construir una novela tan increíblemente aburrida y predecible como El código da Vinci, que vendió millones de copias.Sin ir más lejos, puedo dar otro ejemplo: Harry Potter. Su autora, Joanne Rowling, inspirándose en otras obras con personajes de fantasía, logró escribir, en un principio, un libro acorde para un niño que se inicia en la literatura. Pero cuando este libro fue llevado al cine, comenzó el morbo, por decirlo de alguna manera. A medida que transcurrían los años y los productores de las películas de Potter necesitaban recaudar más dinero, la autora, fiel a sus principios de escritora, redactó nuevas historias del niño mago. Yo preferiría decir que “fabricó” nuevas historias del niño mago, ya que como toda industria, más que crear, se dedica a fabricar, a producir en masa. El termino “creación” siempre implica un sentido subjetivo, mientras que “fabricación”, implica un sentido objetivo. En este caso, lo objetivo sería la demanda del público. Pero también hay algo subjetivo por parte de la autora; no me refiero a su pasión por la literatura, sino a su pasión por el dinero.A medida que los actores de la película van creciendo y dejan de ser niños, Rowling va transformando a los personajes del libro en adolescentes que se enamoran, que le crecen barbas, etc; y seguro que seguirá así hasta que sea “Harry Potter y el reuma”. Pero según ella, todos sus libros estaban planeados desde antes del lanzamiento del primero. Otra cosa inédita es el hecho de que con este “producto”, la autora ganó el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, en el año 2003.En los últimos años me fue frecuente escuchar en un café, una librería, o hasta en la Universidad, frases como “voy a leer El código da Vinci porque mi amiga fulana lo está leyendo”, o “mamá, cómprame el último libro de Harry Potter, antes que salga la película”. Las industrias y su marketing pueden acercar la cultura a muchas personas, pero así también pueden abarcarla, homogeneizarla, y degenerarla. Hay ciertos temas que van dirigidos a sólo una clase de personas, y deberían ser respetados tanto por los autores, como por las industrias y el público mismo.